Sudor en las manos, un cierto temblor recorre nuestra espalda, la voz se entrecorta, la cara se enrojece…Ratificar un informe pericial requiere, no sólo dominar la disciplina técnica, sino además luchar contra los nervios que nos asaltan.

Hablar en público ante el juez, defender nuestro informe, contestar las preguntas capciosas del abogado contrario, etc. son situaciones estresantes por la importancia que tienen en el devenir del caso.

Estos signos de nerviosismo, que también aparecen cuando alguien miente, pueden restar credibilidad ante el juez. El lenguaje corporal de los peritos es fundamental para conseguir una imagen fiable y de persona sincera. No sólo hay que decir la verdad, sino también parecer que se está siendo sincero a la hora de comparecer en la sede judicial.

¿Cómo debe ser mi lenguaje corporal en un juicio? Existen técnicas de preparación para aumentar las posibilidades de dar una apariencia positiva, eliminando o minimizando el lenguaje corporal negativo que tienda a aparecer. Te contamos cómo gesticular para hacer una buena declaración ante el juez.


PERITO JUDICIAL pedir presupuesto

Lenguaje corporal en un juicio

De igual modo hay que preparar un informe pericial perfecto, saber cómo preparar un juicio y saber cómo hablar en un juicio también hay que llevar preparado el lenguaje corporal para un juicio.

Puede cambiar la situación de la sentencia en el juicio si mostramos un lenguaje corporal en un juicio que no va en sintonía con la explicación y defensa de nuestro dictamen.

El lenguaje y la postura corporal en un juicio es lo primero que se ve y puede decir de nosotros muchas cosas como emociones, personalidad, carácter, actitud.

Con la voz captamos la atención por sonido y por nuestro lenguaje corporal llamaremos la atención visual, de este modo tenemos la atención plena de los oyentes.

Los pensamientos se reflejan de forma inconsciente en nuestro lenguaje corporal y por ello hay que trabajar ciertas técnicas de comunicación no verbal para reflejar mayor credibilidad y seguridad de lo que uno mismo está relatando.

También hay que saber cómo sentarse en un juicio (recto con espacio entre la mesa y el abdomen y la espalda y el respaldo de la silla). Las manos son otra parte del lenguaje corporal, hay que saber controlar y gestionar los movimientos con estas muy bien para una comunicación eficaz. A continuación los puntos clave para una buen lenguaje corporal en un juicio.

Reducir la inquietud, mantener la calma

Cuando una persona se pone nerviosa, el cuerpo se inquieta, mostrándose en manos, gestos, etc. Como se ha dicho, se trata de una situación que produce gran ansiedad al perito, sobre todo cuando no goza de gran experiencia en ir a juzgados.

Cuando un Perito realiza alguna de las siguientes acciones:

  • Beber agua repetidamente
  • Jugar con cable del micrófono, reloj, bolígrafo, joyas
  • Limpiar las gafas repetidamente
  • Mover las manos sin sentido ni seguridad
  • Tardar mucho en contestar
  • Tocarse el pelo
  • Balancearse de atrás adelante
  • Cambiando de posición en el asiento
  • Golpear la mesa con las uñas

Se percibe en sala como gestos nerviosos y vacilantes. Hacer esto en el interrogatorio denota falta de seguridad, seguramente porque no se está diciendo la verdad.

Estos comportamientos deben evitarse, primero porque quitan credibilidad y, segundo, porque distraen. Si un perito usa el agua como técnica entre pregunta y respuesta para pensar la contestación, es una muy mala estrategia.

Cuantos más comportamientos nerviosos tenga el perito, más nervioso se pondrá. Es decir, los nervios se retroalimentan, y nos pone aún más nerviosos. Si existe la necesidad de hacer algún tipo de movimiento, se debe sistematizar uno en concreto que no distraiga al juez, por ejemplo, por estiramientos lentos de pierna. O incluso apretando una goma u objeto pequeño con la mano, fuera de la vista de la cámara y del juez.

Mantener el contacto visual con el juez

El contacto visual es la forma de comunicación no verbal más importante, que permite la relación entre las personas. Por tanto, es un factor que influye de manera importante en la credibilidad de los peritos judiciales.

Así, los peritos que evitan el contacto visual con el abogado cuando éste le pregunta, o con el juez al contestar la pregunta, son menos creíbles que aquellos que mantienen la mirada de manera firme y segura.

Por otro lado, la falta de contacto visual (mirando hacia abajo o fuera, con movimientos oculares rápidos) puede hacer que el juez se despiste y no preste atención a la declaración.

De cara a mejorar el contacto visual, deben considerarse las 2 siguientes características:

  1. Se trata del contacto directo con los ojos. Prestar contacto visual directo con el juez es intimidante y puede poner nervioso al perito. Una técnica adecuada es fijarse en un punto de la frente o cabeza del juez, de manera que no se mantiene la vista directamente a los ojos, pero tampoco es detectable.
  2. Esto es especialmente importante si hay jurado en vez de un juez. En estos casos, es menos intimidante poner la atención en una sola persona. Sin embargo, puede hacer sentirse incómodos, y excluidos de la conversación, al resto de miembros del jurado o la sala. Lo óptimo es escanear al jurado (y/o juez, abogados, fiscal, etc.) mientras se habla. Como regla general, en respuestas cortas, podemos centrarnos en una persona del jurado o juez; en respuestas más largas, se debe comenzar mirando al abogado, escaneando a los demás miembros.

Si un perito da un buen contacto visual, los miembros de la sala ayudarán a que el perito esté menos nervioso.

En definitiva, el contacto visual efectivo afecta positivamente consiguiendo una imagen de:
- Seguridad
- Conocedor del caso
- Sinceridad
- Cautivante

Prevenir sequedad de ojos y boca

Además de mantener el contacto visual, hay otros aspectos que el perito debe cuidar. Por ejemplo, el parpadeo excesivo es fruto de la sequedad en los ojos por estar nervioso. Lo que puede ser especialmente preocupante si se usan lentillas.

Igual que en el caso anterior, el parpadeo excesivo puede ser causado por situaciones de incomodidad, nervios, inseguridad, etc. Pero como el juez no puede distinguir a qué situación se debe, con seguridad será negativo para su credibilidad.

La sequedad de boca es otra respuesta fisiológica al estrés. Aclararse la garganta o dar sorbos de agua repetidas veces, conlleva conclusiones similares por parte del juez.

Estas situaciones son incontrolables, sin embargo si pueden evitarse, usando gafas o estando hidratados durante el juicio. De forma que controlemos las posibles reacciones adversas de nuestro organismo.

Cuidar la postura corporal

La postura corporal también influye en la credibilidad del perito. Así:

  • Inclinarse hacia atrás en la silla quiere decir que el perito está incómodo.
  • Inclinarse hacia delante en la silla da imagen de estar comprometido e involucrado personalmente en el caso. Lo que resta objetividad al testimonio.
  • Si además se cruzan los brazos, es una posición arrogante o de defensa.
  • Si el perito está encorvado, da imagen de inseguridad, vacilante e inconsciente.

Hay que tener cuidado, ya que la postura corporal puede enviar un mensaje diferente al del testimonio. Y los jueces creen que la conducta no verbal dice tanto o más que las palabras.

Para mejorar la postura, lo idóneo es colocar la espalda contra el respaldo del asiento, pero sin inclinarse hacia delante.

La postura es un comportamiento arraigado a lo largo de toda una vida, pero le recomendamos que se practique todos los días, sentarse inclinándose ligeramente hacia adelante. De manera que se sistematice el comportamiento.

No dar la espalda

Los gestos y movimiento de manos pueden ayudar a apoyar al discurso, pero también corremos el peligro de ocultar partes de nuestro cuerpo, pareciendo que tratamos de escondernos de la vista.

Nos referimos a:

  • Poner la mano delante de la boca
  • Cruzar los brazos
  • Dar la espalda al juez o girarnos

Evitando estos comportamientos, con las manos relajadas sobre la mesa frente al juez, están diciendo al juez que no tenemos nada que ocultar.

Mejorar el lenguaje corporal: práctica, práctica, práctica

Lo mejor que puede hacer un perito para mejorar su actuación durante el juicio es tener experiencia. Pero como siempre se empieza sin ella, se debe practicar intensamente.

Los tenistas practican el drive y revés una y otra vez, al igual que los golfistas o cualquier otro deportista. De manera que, en una situación de juego, el movimiento salga perfecto sin necesidad de pensarlo. Análogamente, los peritos, cuando comparecen en sede judicial, y el nivel de nerviosismo aumenta, se pueden ver muy beneficiados de haber practicado.

La práctica debe permitir automatizar las contestaciones, pero sin que parezca que se ha memorizado, ya que debe ser un testimonio natural.

Una buena idea es practicar delante de otra persona, que conozca el caso y pueda criticar (constructivamente) cómo lo hemos hecho. Ofreciendo sugerencias de lo que decimos y de cómo lo decimos. Grabarnos a nosotros mismos (con el móvil, por ejemplo), es otra forma de analizar los defectos en nuestro lenguaje corporal, y de ser consciente de cómo mejoramos.

Recomendaciones de PJ GROUP

El lenguaje corporal es difícil de controlar, ya que son acciones inconscientes por la situación estresante que supone ratificar un informe en el juzgado. Para mitigar sus efectos, la preparación es fundamental, realizando simulacros en los que contestamos posibles preguntas comprometidas que pueden realizarnos.

¿Tienes dificultades con algún aspecto específico del lenguaje corporal?