La estrategia del cerebro de reptil o cerebro reptiliano, es una eficaz manera de actuar, que llevan a cabo los abogados más preparados en las actuaciones dentro de sede judicial.
Se trata de una estrategia cada vez más frecuente por los resultados que se consiguen. A continuación, analizaremos por qué.
Qué es la estrategia del cerebro reptiliano
Se trata de una estrategia que tiene su origen en el libro de C. Keenan y David Ball: “Reptile: The 2009 Manual of the Plaintiff's Revolution”. En el que analizan la forma de persuadir al juez apelando a la parte reptiliana del cerebro. Esta parte es responsable de los instintos más primitivos y de supervivencia, teniendo sus raíces en la teoría evolutiva del cerebro humano. Así, nuestros cerebros tienen 3 partes:
- CEREBRO DE REPTIL. Parte más ancestral de nuestros cerebros, y que compartimos con otros animales. Cuando estamos amenazados, esta parte del cerebro toma el control. Es responsable de:
- Funciones básicas. Respirar, hambre.
- Instinto de supervivencia: luchar, huir, etc.
- CEREBRO PALEOMAMÍFERO. Es la segunda parte en edad, proporcionándonos la capacidad de socializarnos y comunicarnos.
- CEREBRO NEOMAMÍFERO. Es la parte más reciente del cerebro. Es responsable del uso de la lógica y del razonamiento. Permitiéndonos resolver problemas y desarrollar las matemáticas y la Ciencia.
De este modo, usar la estrategia de apelar al cerebro reptiliano, consiste en hacer que el juez o jurado se sienta amenazado de alguna manera, y sea el instinto de supervivencia el que tome el control, actuando para protegerse a sí mismo y a la sociedad.
Marcadores de la estrategia del cerebro de reptil en un juicio
Como se ha dicho, utilizar la estrategia del cerebro de reptil busca influir en la toma de decisiones del juez o jurado. Para ello, el abogado demandante debe activar los instintos de supervivencia de estos, para hacer aparecer el miedo, que sustituya la lógica y el raciocinio.
La pieza angular de la estrategia es centrarse en el peligro que puede suponer para la seguridad de los ciudadanos. En definitiva, se centra en 2 principios:
- Hacer consciente del peligro que supone para el ciudadano. Para ello, hay que seguir el siguiente procedimiento:
- Crear una "Regla de seguridad". Es decir, establecer el estándar de seguridad por el que se debe regir el profesional
- Aceptación de la “Regla de seguridad” por la otra parte. Al tratarse de un estándar, los testigos e incluso la otra parte la tomará como válida.
- Demostración de violación de la “Regla de seguridad”.
- Establecimiento del riesgo para el ciudadano de incumplir las “Reglas de seguridad”.
Con esto se despierta el cerebro reptiliano. Es decir: Regla de Seguridad + Peligro = Reptil
- Hacer consciente de la capacidad del juez de liberar a la comunidad de este peligro. Una vez se muestra el peligro y sus consecuencias, se debe convencer al juez de que tiene el poder de mitigar o eliminar estos peligros. Es más, de que es el único que puede hacerlo y que debe ejercer ese poder para recompensar a la víctima.
Finalmente, se termina con la sugerencia al juez de que deben castigar al demandado a través de la compensación económica, lo que en el futuro será disuasorio para otros. Y que, por el contra, si no se castiga de forma adecuada, el riesgo de que vuelva a suceder, aumenta.
Impacto de la estrategia del cerebro de reptil en un juez
El uso de la estrategia del cerebro de reptil puede ser especialmente útil en casos que impliquen:
- Responsabilidad de productos
- Accidentes
- Negligencias médicas
- Defectos en la construcción
La estrategia es únicamente aplicable al juicio, no al informe pericial. Empleándose desde el comienzo hasta la argumentación final. En la comparecencia, la secuencia de preguntas al demandado que pueden activar el cerebro de reptil son:
- ¿Está usted de acuerdo con que los fabricantes deben poner en el mercado bienes libres de defectos materiales o producidos por la mano de obra? (Establecimiento de Regla de seguridad)
- Entonces estará de acuerdo en que, si un fabricante fabrica un bien que tiene un defecto material o mano de obra, y alguien se lesiona debido a ese defecto, ¿el fabricante es responsable de los daños y pérdidas causados? (Aceptación de la Regla de seguridad)
- ¿Está de acuerdo con la afirmación de que los fabricantes deben comercializar sus bienes para que funcionen de la manera que afirman que ocurrirá?
- Y si un bien no funciona de la manera en que dice que lo hará y una persona se lesiona, entonces el fabricante es responsable del daño causado a esa persona, ¿no es así?
A estas cuestiones es complicado no contestar, de forma argumentada, lo que el abogado espera. De esta forma, se refuerza el argumento del demandante y se demuestra al juez que el acusado incumplió la regla de seguridad.
Es en este punto cuando se debe activar en el juez el instinto de supervivencia, al sentirse vulnerable. Por lo que es de esperar que intenten evitar estos comportamientos con su actuación.
CONSEJO:
Preparar a los peritos que pueden sufrir la estrategia que apela a nuestros instintos más básicos, es importante para evitar perder el juicio.
Contrarrestar la estrategia del cerebro reptiliano
Si bien esta estrategia no tiene reconocimiento científico, la teoría de la toma de decisiones puede tener total validez práctica.
Y su puesta en marcha conlleva el cambio de enfoque del demandante. Apelando al egoísmo innato del ser humano. En el momento en que el juez se pregunta: “¿En qué me afecta a mí este caso?”, se habrá activado la parte reptiliana y le seguirá la sensación de amenaza o desasosiego al pensar en su familia o amigos.
Pero esta estrategia se puede contrarrestar.
1. Recordar que no somos reptiles
Incluso si aceptamos que el cerebro de los seres humanos evolucionó en la forma en que los autores sostienen, el hecho es que los cerebros humanos tenían evolucionan.
Nuestros cerebros han evolucionado desde hace miles de años, y hemos desarrollado habilidades cognitivas que nuestros antepasados no tenían. De hecho, tenemos el llamado cerebro triple (cerebro triúnico):
- Cerebro racional
- Cerebro emocional
- Cerebro límbico
La estrategia del cerebro de reptil ignora deliberadamente estas otras partes capacidades, relacionadas con la lógica y el razonamiento. Es decir, con lo que nos hace humanos. Por tanto, no es la razón sino el instinto, el que toma el control.
Así, la primera forma de combatir esta estrategia es apelar a las partes “no reptilianas” del cerebro del juez. Lo que, dicho sea de paso, también deberíamos tener en cuenta con las decisiones de compra.
2. Hacer hincapié en los detalles de un caso
La estrategia del cerebro de reptil es unidireccional y sin matices. Cuanto más claramente se demuestre el "mal comportamiento" de la defensa, mejor será para el demandante.
Para que una mentira parezca verdad, debe estar rodeada de detalles. Para que una
Sin embargo, los casos son más complejos de lo que esta estrategia pretende hacer ver. Por lo que una buena estrategia para protegerse es explicar la historia y los detalles del caso al juez. Ilustrando las áreas donde la otra parte simplificó en exceso, mostrando que se sacaron las cosas de contexto.
3. Reenfocar de General a Particular
El enfoque del cerebro ancestral se caracteriza por poner el foco en el acusado, quitando la atención en el demandante.
Ahondar en el sufrimiento y dolor de los demandantes puede ser perjudicial, ya que no se analiza en profundidad en nexo causal entre los daños en el demandante y las actuaciones del demandado. Por lo que esta estrategia tampoco se usa demasiado. Sin embargo, con la estrategia del cerebro reptiliano, se pone el foco en la amenaza que supone para la sociedad la actuación del acusado.
La defensa, en este caso, debe particularizar el caso. Ya que no se trata de juzgar a todos los acusados que actúan de cierta manera, sino a éste acusado, en éste caso. De forma que el carácter de amenaza genérica desaparezca.
4. Mostrar el comportamiento de un acusado no viola una "Regla de seguridad".
Si los demandantes consiguen:
- Crear una regla de seguridad
- Demostrar que el acusado rompió la regla de seguridad
Es labor de la defensa demostrar que las reglas de seguridad no son absolutas, y que la potencial ruptura de esta regla es multifactorial, dependiendo de multitud de cuestiones. Igualmente, se puede crear una nueva regla de seguridad que anule la presunta infracción.
También, podemos enfocarnos en establecer que puede ser razonable romper esta regla de seguridad, o que se rompió de forma involuntaria.
5. Quitar el foco
La estrategia del cerebro reptiliano, es una manera de presentar el caso ante el juez (ya sea abogado defensor o demandante).
Así, otra forma de protegerse de esta metodología es conseguir que el juez se identifique con el acusado. Demostrando que se le acusa injustamente y que para que se dé una sentencia justa, ésta debe basarse en las pruebas presentadas, no en las acusaciones ni en las conjeturas.
También se debe generalizar, quitando el foco en el acusado. Así, se hablará de propietarios, empresas o asociaciones, en vez del cliente demandado, o de acciones generales, en vez de estándares profesionales exigibles.
La estrategia del cerebro reptiliano: Conclusión
No somos reptiles; somos seres humanos capaces de usar la lógica y la razón para llegar a una conclusión. Sin embargo, las tácticas enfocadas a apelar al cerebro reptiliano que todos tenemos se usan a menudo en un juicio.
Para defendernos, es importante entender la propia estrategia e identificar cuando un abogado la está usando. La identificación es el paso previo a la acción, y en este momento hay que poner en marcha toda la maquinaria defensiva que hemos preparado, para que no tenga consecuencias fatales en la resolución del caso.
¿Qué te parece la estrategia del cerebro reptiliano? ¿La usarías?