El número de personas con fibromialgia es desconocido para muchos, pero representa casi al 3% de la población española. No obstante, se estima que puede haber una densidad mayor de población afectada por esta enfermedad.

Se trata de una afección crónica muy dolorosa que limita la vida de aquellos que la padecen. En el contexto pericial, conocer el proceso  asociado a esta clase de enfermedades puede ser de ayuda a la hora de solicitar una valoración de discapacidad por fibromialgia.

Para ello será necesaria la ayuda profesional y asesoría de un perito médico experto en el materia de estudio, en este caso, el conocimiento de la fibromialgia.

Qué es la Fibromialgia

La fibromialgia hace referencia a una enfermedad crónica que se caracteriza por un intenso dolor, tanto en los músculos a nivel general como en todo tejido fibroso. Este tejido está constituido por ligamentos y tendones, también susceptibles de ser afectados por esta enfermedad.

Las características de esta patología son que el individuo que la sufre representa un dolor generalizado en la mayoría del cuerpo de manera constante. El añadido a esta circunstancia es el aumento de este dolor al presionar un punto de dolor.

La reacción provocada por esta enfermedad hace que el enfermo perciba como dolorosos estímulos que otras personas sienten como naturales e indoloros. Podríamos decir que una de las características de la fibromialgia es su capacidad de amplificar las sensaciones de dolor del paciente. Del mismo modo, esta enfermedad puede evolucionar y empeorar, provocando a largo plazo rigidez en ciertas partes del cuerpo.

Además de la sensación de dolor continua, la fibromialgia presente asociados distintos síntomas que varían en intensidad y repetición, dependiendo del paciente. El conjunto de todo ello acaba desembocando en que se presente la solicitud de discapacidad como un derecho innegable para aquellos pacientes de fibromialgia.

Sin embargo, previo a ello, ¿hay alguna forma de evitar la fibromialgia? La respuesta es no. Una de las particularidades de esta alteración es que no se puede identificar una causa concreta, ya que muchos casos son producto de infecciones bacterianas y otras el desarrollo a largo plazo después de un accidente. Los estudios que más se han acercado a la determinación de una casuística son aquellos que asocian esta alteración con una función anormal del sistema nervioso central.

Generalmente los pacientes de fibromialgia empiezan a experimentar la patología después de un suceso de trauma, una infección u otra contingencia atenuante que constituye una relación de causalidad. El único patrón compartido en los estudios realizados es que las mujeres presentan mayor propensión a sufrir esta afección.

Además, otra particularidad es que, pese a no haberse encontrado evidencias de que sea una enfermedad hereditaria, sí se han encontrado mayor concentración de pacientes que pertenecen a una misma familia.

Cuáles son los Síntomas de la Fibromalgia

El concepto de fibromialgia está más asociado a un conjunto de síntomas dolorosos que a una enfermedad. Como se ha anticipado con anterioridad, la fibromialgia consiste en una percepción alterada del dolor, lo que provoca malestar generalizado en el paciente de manera crónica.

Además, existen puntos de dolor que son sensibles al contacto y que magnifican y amplifican la sensación de dolor. Junto a estas contingencias, se suma un listado variado de más sintomatología asociada.

Estos pacientes también tienen a sufrir fatiga y cansancio, junto con rigidez en todo el cuerpo. Además, también puede ocasionar problemas de memoria u otros síntomas asociados a la salud mental. La incapacidad de poder vivir un día a día cotidiano exento de dolor provoca en muchos pacientes episodios de depresión y ansiedad, junto con migrañas o dolores de cabeza persistentes.

El conjunto de estas afecciones puede acabar afectando a las rutinas de sueño del paciente, lo que también provoca estrés y cambios de humor. No obstante, los tres pilares sintomatológicos perceptibles son el dolor generalizado, la fatiga y las dificultades cognitivas.

Es importante conocer que el dolor es constante y generalizado pero que varía en cuanto a frecuencia. Ello se explica teniendo en cuenta al cuerpo como respuesta a una serie de variables, tales como el nivel de actividad del día, el clima en el que nos encontramos, los patrones de sueño y descanso… Las circunstancias que rodean al paciente con fibromialgia determinan en gran medida el procesamiento que este tiene  sobre el dolor.

Qué son los Puntos de Dolor

A la hora de hablar de la fibromialgia destacan dos características respecto al dolor. La primera es que el paciente sufre de manera constante y generalizada de esta sensación, la segunda es que el paciente cuenta con puntos sensibles al dolor en el cuerpo. Esto provoca que el individuo con fibromialgia tenga zonas de su cuerpo con una sensibilidad muy alta a cualquier estímulo.

Los puntos de dolor están representados por 18 zonas potenciales de ser sensibles al tacto. Los expertos determinan de que el dolor debe reproducirse ante el tacto en 11 de esas 18 zonas del cuerpo humano, mientras se infringe una fuerza de al menos 4 kilos.

El anglicismo utilizado para hacer referencia a estos puntos es el de tender-points o su traducción, puntos gatillo. Estos 18 puntos están situados alrededor de 9 zonas corporales bilaterales:

  • Occipitales (inserción de los músculos suboccipitales)
  • Cervicales (sobre el músculo esternocleidomastoideo inferior, entre la C5 y C7)
  • Trapezoidales (en la mitad superior del músculo trapecio)
  • Supraespinoso ( encima de la espina de la escápula, cerca del borde medial)
  • Costocondrales (en la unión costocondral de la segunda costilla)
  • Epicondilares (a 2 cm distal a la inserción de los supinadores en el epicóndilo externo)
  • Glúteos (tercio medio superior de inserción superior de glúteos cerca de cresta ilíaca, el cuadrante supero-externo de las nalgas)
  • Trocánteres (sobre trocánter mayor del fémur, por detrás de la prominencia trocantérea)
  • Patelares (sobre paquete adiposo medial y proximal a la línea articular, interna de la rodilla)

Las partes más afectadas, por tanto, suele ser la región del cuello, los hombros, el dorso y las caderas. En resumen podemos determinar que: este dolor puede variar conforme varían las condiciones ambientales, que es un dolor constante que no cede con reposo, que la intensidad del dolor es muy alta y que viene acompañado por una sintomatología asociada que impide el desarrollo normal del día a día.

El diagnóstico de la Fibromialgia

El diagnóstico en casos de fibromialgia es difícil de realizar ya que, como se ha adelantado con anterioridad, no existe ningún conjunto de causas al que se pueda recurrir para confirmar que se está padeciendo esta alteración.

Por ello, se ha desarrollado un procedimiento modelo que sirve para agilizar los trámites a la hora de diagnosticar un caso de fibromialgia. Para ello es necesario contar con el historial médico del paciente y la participación de una valoración de daños que determine la intensidad y gravedad con la que se siente el dolor.

Lo más importante a la hora de conseguir un diagnóstico certero de si se padece o no fibromalgia es acudir a un especialista en reumatología que tenga la capacidad de rechazar otras opciones. La sintomatología de la fibromialgia es muy genérica y un mal diagnóstico puede provocar consecuencias negativas a largo plazo.

Para que un paciente reciba un diagnóstico positivo en fibromialgia debe haber presentado un historial clínico de dolor durante al menos 3 meses de constancia y repartido en tres partes diferentes del cuerpo. Además, debe presentar alguno de los síntomas asociados a la patología.

El médico encargado de realizar el examen médico también puede indagar en la existencia de factores genéticos, infecciosos o de traumas de cualquier índole. La fibromialgia tiene potencialidad hereditaria, por lo que hay predisposición a las personas de riesgo.

Sin embargo la realización de un diagnóstico 100% fiable no es posible a día de hoy, ya que los medios no permiten la creación de una prueba infalible para la detección. Para, en la medida de lo posible, detectar con rapidez los primeros síntomas de fibromialgia existe una checklist que ayuda en la orientación médica:

  • Dolor generalizado con una duración de más de tres meses.
  • Ausencia de otra enfermedad preexistente que pueda estar causando los síntomas o potenciándolos. Para ello se hacen radiografías, TACs, análisis de sangre etc para detectarlas.
  • Aparición de síntomas como fatiga, cansancio constante y dificultad para pensar o concentrarse.

Lo que sí es importante tener en cuenta es la creencia de los especialistas médicos de que las personas diagnosticadas con fibromialgia son susceptibles de sufrir cambios en el  cerebro a causa de la constante estimulación nerviosa.

Esto se debe a la intensificación de los neurotransmisores encargados de transmitir las señales de dolor. Además, los receptores encargados de recibir esta información también son susceptibles de desarrollar memoria de dolor, lo que sensibiliza las sensaciones.

Cuál es el Tratamiento para pacientes con Fibromalgia

Del mismo modo que es difícil encontrar patrones comunes en el diagnóstico, el tratamiento para pacientes con fibromialgia depende de cada individuo. Las variables que intervienen cuentan con las características propias de la situación del paciente, la intensidad y frecuencia del dolor y las patologías previas que puedan interferir.

Es importante, por tanto, la atención individualizada y ajustada a cada paciente, teniendo en cuenta sus circunstancias concretas y las particularidades de la limitación de movimiento que puedan tener.

Sin embargo sí que se pueden establecer una serie de medidas comunes, más allá del tratamiento especializado que luego se deba adaptar, para todos aquellos que quieran mitigar las reacciones que provoca la fibromialgia en el individuo.

  • Emprender rutinas de deporte regulares que ayude a mantener el cuerpo activo, fuerte y sano.
  • Acudir a sesiones especiales de fisioterapia para tratar de paliar la sensación constante de saturación muscular y dolor.
  • Terapias alternativas como yoga, pilates, acupuntura…
  • Tratamiento multidisciplinar y transversal de áreas físicas, psicológicas, ocupacionales y médicas del invididuo
  • Tratamiento farmacológico para descender la afección de los síntomas en el día a día
  • Atención psicológica para compartir los cambios de vida que ha supuesto y cómo percibe estas variaciones el paciente con fibromialgia.

El objetivo de estas medidas es el de evitar, reducir o prevenir factores que puedan hacer que los síntomas diagnosticados evolucionen a peor. La integración de pequeños daños en el día a día siguiendo las recomendaciones de los expertos puede variar el estilo de vida y aumentar la calidad del bienestar del paciente con fibromialgia.

De hecho, una de las partes fundamentales del proceso de tratamiento es la adaptación de un ritmo de vida tranquilo que permita, en la medida de lo posible, adquirir hábitos de sueño y descanso saludables.

Cómo reclamar Discapacidad por Fibromalgia

Tal y como hemos visto, la detección y diagnóstico de los pacientos con fibromalgia no se trata de un procedimiento exacto y pautado. Cada caso depende del conjunto de contingencias que lo caractericen y tanto los tratamientos, como síntomas y afecciones, son diferentes para cada individuo.

El problema del desconocimiento de la casuística general de la fibromialgia puede provocar problemas en el diagnóstico, como puede ser la tardía detección o el erróneo tratamiento. Por ello, es indispensable estudiar con atención los pasos sucedidos durante este proceso a fin de velar por la seguridad y los intereses del paciente con fibromialgia.

Por ello mismo existe la opción de acreditar una situación de discapacidad que salvaguarde la estabilidad del damnificado. Cualquier error en el proceso podría privar al paciente con fibromialgia de ser apto candidato en la solicitud de esta discapacidad, lo que le afectaría tanto en la recepción de servicios como de indemnizaciones y prestaciones.

Una negligencia médica de estas características es reclamable y puede solventar, en la medida de su capacidad, los posibles problemas producidos por la misma. Así que, ¿qué se necesita para hacer una reclamación de discapacidad por fibromialgia?

Se debe acudir a un especialista que realice una valoración de discapacidad por fibromialgia en la que se estudien y reflejen las limitaciones del día a día y en qué grado afectan dichas al paciente evaluado. Con dicho informe, el abogado podrá interponer una demanda que inicie el procedimiento contencioso administrativo necesario.

Para rebatir una valoración de discapacidad preexistente se pueden contratar los servicios de un perito judicial reumatólogo que realice una contrapericial que desacredite los resultados previos.