El concepto de imputabilidad está relacionado con la imputación de una persona en un hecho delictivo. Este término hace referencia a la habilidad capaz que tenemos de comprender los efectos de nuestros actos y decidir si, en tal caso, actuar o no.

La imputabilidad es relevante dentro del ámbito pericial porque está relacionada con la asunción de responsabilidades. La mayoría de investigaciones periciales tienen por objeto encontrar el hecho causal de acontecimientos y por ende, al culpable. La razón de este proceso no es otra que la de encontrar a una empresa o individuo que se haga cargo de los daños y perjuicios provocados a través de su actuación.


Qué es la imputabilidad de un denunciado

La imputabilidad es una característica que indica la capacidad de un individuo de ser imputado por una serie de actos delictivos o por un crimen. No obstante, dentro del marco normativo habilitante, existen ciertos requisitos que pueden provocar una situación de inimputabilidad.

La inimputabilidad ampara al presunto culpable de ser encontrado relacionado con alguno de los hechos. Es decir, el sujeto no podría ser condenado o reclamado por las consecuencias de las actuaciones realizadas.

Podríamos reducir la definición básicamente en la característica asociada a un individuo al que se le atribuyen unos hechos o actos, cometidos desde la voluntad y libertad personal, que desembocan en daño, discriminación o perjuicios para terceros. Por tanto, es susceptible de hacerse responsable de sus actos.

Quién puede no ser denunciado en un proceso judicial

Ante el inicio de un procedimiento de reclamación o una denuncia formal ante un conflicto entre dos partes, se ponen en marcha los mecanismos jurídicos para la celebración de un litigio. No obstante, previo a este paso, también los representantes legales de las partes pueden preferir llegar a un acuerdo de manera extrajudicial.

Pero, ¿qué ocurre si la parte acusada reúne condiciones o requisitos que le eximen de culpa legal? ¿cuáles son estas circunstancias? Existen unas pocas premisas que son indicativo de la necesidad de un trato diferente durante el proceso jurídico.

Una de ellas, siendo de las más comunes, es la demostración de la incapacidad del sujeto de atender a los efectos de los actos. En esta afirmación genérica entran muchos grupos de personas:

  • Menores de edad que no pueden ser juzgados de la misma manera.
  • Enfermedades que impiden discernir la realidad de los hechos.
  • Adicciones o drogadicciones que anulan la capacidad de autogobierno.

Para tener plena consciencia de la significación de estas circunstancias es preciso acudir a un profesional legal o del peritaje que nos indique los pasos a tomar, así como la practicidad de estas situaciones.

Qué dice el Código Penal sobre la imputabilidad

Prácticamente cualquier situación o posibilidad se encuentra contemplada en el conglomerado de normas y leyes que revista la legislación de un país. Es difícil encontrar lagunas legales y los profesionales, tanto del peritaje como de los distintos ámbitos especializados que existen, acuden a estas referencias para ejecutar su función de acuerdo a los principios de legalidad.

El Código Penal es la herramienta o manual jurídico en el que volcamos nuestras dudas sobre los cauces legales. En este marco normativo encontramos el artículo 20, dedicado por completo a la enumeración de perfiles exentos de responsabilidad criminal:

  • Aquel que no pueda entender, a causa de enajenación mental o un trastorno mental ya sea transitorio o permanente, la ilicitud de los actos realizados. Es decir, no tenga la capacidad de comprender los efectos que su actuación ha causado.
  • Aquel individuo que encuentre su estado físico y mental alterado por el consumo o intoxicación de drogas o sustancias nocivas.
  • Aquel con la incapacidad de percibir la realidad tal y como es.
  • Ante una situación de violencia física, aquel que actúe en defensa propia contra: a) agresión ilegítima b) necesidad racional para impedir el ataque.
  • Que las acciones sujetas a la demanda y bajo sospecha, se realizaran para evitar un mal mayor o no fueran realizadas de manera intencionada.
  • Que los hechos sean producto de un miedo insuperable.
  • Que las acciones sean resultado del cumplimiento del deber del individuo.

Estos son los casos en los que un individuo llevado a dependencias judiciales puede quedar exento de culpa, siempre y cuando su testimonio quede avalado por una investigación pericial de los hechos.

Dependiendo del ámbito del derecho en el que se opere el caso de dubitativa culpabilidad, será un especialista u otro el encargado de realizar el dictamen pericial que esclarezca los hechos.

Cómo demostrar la (no) imputabilidad de un denunciado

En el momento en el que se inicia un procedimiento de demanda o reclamación como respuesta a unos hechos delictivos ya podemos deducir que se trata del inicio de una negociación. Por un lado, el acusado va a tratar de defenderse de la mejor manera, utilizando resquicios legales para eludir la responsabilidad.

Por otro lado, la parte demandante va a exponer los hechos y las consecuencias de los actos del demandada para demostrar el alcance, forma e intención de los mismos. El objeto de este proceso es el de la obtención de una cuantía económica en concepto de indemnización por los daños y perjuicios sufridos, que deben ser evaluados por un profesional en el área.

Frente a la necesidad de contar con una perspectiva objetiva en el desarrollo de los hechos, surge la figura del perito judicial. Este profesional sustenta su trabajo en pilares de neutralidad, objetividad y profesionalidad, en búsqueda de la verdad amparada por evidencias contrastables y en la huida de prejuicios y motivaciones personales.

Este tipo de expertos se encargan de realizar investigaciones periciales dentro de su propio área de capacitación y especialidad en la que se han formado, a fin de redactar un dictamen pericial concreto en el que se pongan de relieve todos los hechos evaluados.

Este informe pericial va a mostrar un nexo causal ente todos los actos sucedidos, por lo que se puede encontrar la justificación de los hechos, el modo y tiempo en el que han ocurrido y la responsabilidad de las consecuencias de los actos. Este documento es uno de los que más validez tienen como evidencia probatoria.

Además, a ello se une la experiencia y conocimientos legales aportados por el abogado. Este otra figura forma equipo con el perito judicial y es el encargado de ser el representante jurídico del afectado o damnificado. En sus manos recae la responsabilidad de honrar el informe pericial y usarlo en la construcción de una defensa jurídica.

El abogado puede usar el dictamen para la negociación o para la victoria judicial, pero debe tener en cuenta todas las características de este informe ya que, pese a ser realizado por un perito judicial contratado, supone un documento neutral que no se inclina en favor de ninguna de las partes por motu propio.

Cómo demostrar la inimputabilidad de un denunciado

Las vías para demostrar la inmputabilidad de un denunciado son similares a los pasos seguidos para la demostración de lo contrario. Es preciso la contratación de un experto, quizás un perito Psicólogo, que determina la naturaleza y motivación de los actos cometidos por el individuo bajo sospecha.

Una persona puede ser considerada inimputable o no culpable si se demuestra la incapacidad de ese individuo de discernir la realidad de los hechos acontecidos. Esto se puede realizar mediante la evaluación de la salud mental del individuo o investigando su historial clínico para determinar alguna condición o patología limitante.

Es por ello que se precisa de los servicios de un especialista en el área determinada que se quiera evaluar. En los casos de inimputabilidad, como suelen ir ligados a incapacidades o discapacidades, se suele contar con la asesoría de especialistas en Psicología o Medicina. Estos son los profesionales con mayor información que pueden realizar una investigación pericial acorde a las necesidades.

Para eludir la responsabilidad de los actos, se debe mostrar mediante pruebas tangibles o contrastables, la incapacidad que le impide al sujeto tener plena consciencia y conocimientos de los hechos y consecuencias de los mismos.

Frente a la imposibilidad de determinar si un individuo es completamente culpable o puede ser considerado como inimputable, existe el término de imputabilidad disminuida. Esta condición hace referencia a las situaciones en las que el examen o evaluación al sujeto resultado incompleto y no se puede determinar con seguridad la completa consciencia sobre sus actos, pero tampoco el completo desconocimiento sobre las consecuencias.

La última palabra es tomada por el juez encargado del caso. Las partes participantes en el proceso judicial presentarán sus puntos de vista y aportarán las pruebas necesarias que ayuden en la toma de la decisión, entre las que se encuentra la presentación del dictamen pericial del caso.

El informe pericial: la evidencia probatoria

El dictamen o informe pericial es la evidencia probatoria por antonomasia en los procedimientos judiciales. Este documento es el producto de una investigación, inspección o examen cuidadoso, de todos los aspectos que puedan influir en un caso concreto.

El profesional encargado de esto se trata de un especialista en la materia de estudio, por lo que tiene los conocimientos, experiencia y habilidades necesarios para la realización de un trabajo ejemplar y confiable. La formación y años de experiencia en el campo de estos expertos son el indicativo de que se tratan del personal más preparado para la resolución de una pericial.

En los casos de demostración de inimputabilidad el informe pericial puede tener una doble vertiente. Por un lado, puede versar sobre el intento de demostrar la inimputabilidad del acusado. En este caso, el perito deberá buscar las razones y argumentos jurídicos que permiten la exención de responsabilidad criminal a fin de ajustar la realidad a lo indicado por la ley.

Por otro lado, el perito judicial puede demostrar la capacidad del sospechoso de ser encontrado como culpable por no cumplir con los requisitos o exigencias mínimas que permiten la exención de responsabilidad criminal.

De una forma u otra, estos procedimientos deben ser justificados con documentación y datos contrastables, para poder recurrir a ellos en caso de duda o necesidad de aclaración. El perito, tras la elaboración del informe judicial, lo presentará durante el proceso jurídico y debe de estar disponible para la resolución de cualquier duda.

La exención total de responsabilidad criminal, el objetivo

Después de haber pasado por todo el proceso de reclamación, investigación pericial y juicio, es el momento de tomar la decisión final sobre la responsabilidad o falta de prueba de la misma, del acto delictivo.

En resumen, según todo lo relatado con anterioridad en referencia a las claves de inimputabilidad o requisitos para evadir la culpabilidad, podemos determinar que existen distintas circunstancias atenuantes de responsabilidad de facto.

  • Ámbito médico. En referencia a la condición del sujeto en el momento de comisión de delito. En este punto podemos hacer referencia a situaciones tales como embriaguez, drogadicción o el consumo de cualquier otra sustancia tóxica que haya causado un delirio o despersonalización del sujeto frente a sus actos. Siendo necesaria la figura del perito médico, en este caso.
  • Ámbito temporal. El momento en el que el individuo comete presuntamente el acto delictivo debe compenetrarse de manera cronológica con lo deducido en el ámbito médico. Existe una necesidad de demostrar la correlación y causalidad de los hechos, entre el tiempo en el que se comete el delito y las causas de comisión del mismo. Por ejemplo, no es válido el informe que demuestre la toma de sustancias tóxicas pero no coincida temporalmente con la comisión del delito.
  • Ámbito psicológico. En relación con el ámbito médico, solo se diferencian ante el hecho de que el presunto culpable puede padecer una enfermedad crónica, una alteración de las condiciones psíquicas o encontrarse ante una incapacidad que le impida tener plena consciencia de la realidad y consecuencias de sus actos. Siendo necesario un perito psicólogo para analizar este aspecto.

El estudio detallado de los planos anteriormente mencionados va a ser determinante en el desarrollo de la investigación pericial. Es preciso poner en relación los distintos ámbitos para poder establecer, plasmado en el informe pericial, la recreación de los hechos de la manera más fiel posible a la realidad.

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