La impericia es una categoría dentro de la mala praxis. También puede hacer referencia además del campo de la medicina, a otros ámbitos, donde la falta de pericia puede jugar una mala pasada al causante y a las personas de su alrededor.


Qué es la impericia

La impericia es definida como la cualidad negativa atribuida a aquel que no posee las habilidades, experiencia o preparación suficiente para el desempeño. La palabra impericia proviene del latín, compuesta por el prefijo “in” que significa exclusión o negación, “periens” que significa probado y el sufijo de cualidad “ia”.

La impericia puede llegar a ser grave cuando la persona debería tener dicha pericia, experiencia, habilidad o saber suficiente para poder realizar esa labor de forma profesional. La característica principal cuando se actúa con impericia es que la persona no tiene intención de provocar daño o perjuicio alguno.

Cuándo se considera impericia

Se le alude a la impericia la falta total o parcial de conocimiento técnico, falta de experiencia y/o habilidad para desarrollar ciertas tareas de una profesión. Se le pueden asociar sinónimos como ineptitud, torpeza, incompetencia o incapacidad. El motivo más común de impericia es la falta de experiencia en el desempeño profesional, cuando por ejemplo, un profesional lleva poco tiempo ejerciendo y perjudica, por falta de experiencia, el bienestar de su cliente, ya sea un médico, un enfermero, un conductor, un abogado o un perito.

Cuando la impericia no genera efectos negativos hacia la otra persona se considera una falta. Para poder evitar una impericia, o al menos reducir su posibilidad, es importante solicitar legalmente ciertos requisitos o certificados. También cabe la opción de que la persona se abstenga de realizar acciones excesivamente dificultosas para su corta experiencia.

Impericia o negligencia

Junto a la negligencia y a la imprudencia, la impericia es una de las formas jurídicas de la culpa o mala praxis, a efectos de establecer responsabilidad legal.

La imprudencia es la falta de precaución y la carencia de previsión a la hora de tomar un riesgo. En este caso se actúa de forma precipitada sin considerar precaución o cautela alguna, prescindiendo de adoptar medidas de seguridad que puedan reducir el riesgo.

Por otro lado, la negligencia es el descuido o falta de preocupación por las tareas que deben realizarse. Se actúa de forma indiferente o desinteresada a la hora de desarrollar una profesión u obligación.

En resumen, la impericia se asocia a la falta de experiencia o pericia, la negligencia a la falta de acción y la imprudencia a la falta de precaución.

La impericia en derecho

Tanto en derecho civil como penal la impericia es una forma de culpa, junto con la negligencia y la imprudencia, siendo definidas por la omisión de la conducta debida para evitar o prever un daño o perjuicio.

Impericia y derecho penal

La impericia en derecho penal hace referencia a la represión del delito, es decir, existe un mayor severidad para valorar las circunstancias constitutivas de la culpa a fin de no condenar a un inocente.

Impericia y derecho civil

La impericia en derecho civil hace referencia al resarcimiento del daño o perjuicio causado, es decir, la culpa se valora como criterio para indemnizar a las personas afectadas. En derecho civil la impericia no es excusable, y siempre genera como consecuencia la indemnización económica de las personas afectadas por los daños.

Casos de impericia

Una impericia puede ser producida en diferentes ámbitos, aunque los más frecuentes y relevantes se dan en el ámbito sanitario y de circulación.

1. En enfermería

La impericia en enfermería puede producirse cuando la falta de experiencia de un enfermero o enfermera perjudica la salud y el bienestar del paciente. Esto puede deberse a un error en la medicación, a una mala examinación o supervisión de la condición del paciente, error al interpretar los síntomas o dañar al paciente con el equipo médico.

2. Impericia médica

Al igual que en enfermería, la impericia médica puede darse cuando la habilidad y conocimientos del profesional es escasa para poder desarrollar correctamente su profesión. La salud del paciente puede verse gravemente perjudicada por un error en una intervención quirúrgica, un error en el diagnóstico, la prescripción inadecuada de medicamentos, la falta de consentimiento informado o alguna infección hospitalaria.

3. En la conducción

La impericia conductiva describe una mala maniobra o decisión que toma el conductor y que genera como consecuencia un accidente, cuando la culpa se alude a la falta de experiencia o conocimiento del conductor. Los errores más comunes son tomar una curva a alta velocidad, utilizar el móvil durante el manejo, pérdida de control conduciendo bajo la lluvia y la conducción temeraria de motocicletas.