Este artículo explora en detalle las implicaciones de la rotura del supraespinoso en el ámbito laboral. Se analizarán las causas, los síntomas y los métodos de diagnóstico de esta lesión. Además, se examinará el proceso para solicitar una incapacidad permanente total, los criterios de valoración utilizados por los tribunales y las opciones disponibles para aquellos que se enfrentan a esta situación. También se abordarán temas relacionados como la baja laboral por manguito rotador y las posibilidades de trabajar con tendinitis de supraespinoso.


¿Qué es la rotura del tendón supraespinoso?

La rotura del tendón supraespinoso es una lesión común que afecta a uno de los componentes principales del manguito rotador del hombro. Esta condición puede tener un impacto significativo en la capacidad de una persona para realizar actividades cotidianas y laborales, lo que en algunos casos puede llevar a considerar una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso.

Anatomía del hombro

Para entender mejor esta lesión, es importante conocer la estructura del hombro:

El hombro está compuesto por varios elementos, incluyendo la articulación glenohumeral, que es donde la cabeza del húmero se une a la cavidad glenoidea de la escápula. El manguito rotador es un conjunto de cuatro músculos y sus tendones que rodean esta articulación, proporcionando estabilidad y permitiendo una amplia gama de movimientos.

Los cuatro músculos que forman el manguito rotador son:

  1. Supraespinoso
  2. Infraespinoso
  3. Redondo menor
  4. Subescapular

El músculo supraespinoso, objeto de nuestro interés, se origina en la fosa supraespinosa de la escápula y se inserta en el tubérculo mayor del húmero. Su función principal es iniciar la abducción del brazo, es decir, el movimiento que aleja el brazo del cuerpo. También contribuye a la estabilización de la articulación del hombro durante otros movimientos.

El tendón del supraespinoso pasa por debajo del acromion, una proyección ósea de la escápula, y sobre la articulación glenohumeral. Esta ubicación lo hace particularmente vulnerable a lesiones por uso excesivo o traumatismos.

Tipos de roturas

Las roturas del tendón supraespinoso pueden clasificarse en diferentes tipos según su extensión y gravedad:

Roturas parciales: En este caso, el daño no afecta a todo el espesor del tendón. Pueden ser:

  • Superiores: Afectan a la parte superior del tendón.
  • Intratendionosas: El daño se produce dentro del tendón.
  • Inferiores: La lesión se encuentra en la parte inferior del tendón.
  1. Roturas completas: En estas lesiones, el daño afecta a todo el espesor del tendón, creando una abertura que permite la comunicación entre el espacio intrarticular y el espacio subacromial.
  2. Roturas masivas: Son roturas completas de gran tamaño en las que los bordes del tendón se retraen significativamente, permitiendo que la cabeza del húmero sobresalga en el espacio subacromial.

Las causas de estas roturas pueden ser diversas. En personas jóvenes, suelen ser resultado de lesiones traumáticas agudas, como caídas con el brazo extendido o accidentes laborales. En cambio, en la población de mayor edad, la causa más frecuente es la enfermedad degenerativa, que se produce por el desgaste natural del tendón a lo largo del tiempo.

Es importante señalar que el supraespinoso es uno de los tendones más frágiles del cuerpo debido a su uso frecuente y a su limitada capacidad de cicatrización. Además, factores como un espacio subacromial estrecho, el sobreuso y la edad aumentan el riesgo de sufrir esta lesión.

La rotura del tendón supraespinoso puede causar dolor intenso, debilidad en el hombro y limitación de movimiento, lo que puede afectar significativamente la capacidad laboral de una persona. En casos graves, esto puede llevar a considerar una incapacidad permanente total, especialmente si la lesión impide al individuo realizar las tareas fundamentales de su profesión.

Causas de la rotura del supraespinoso

La rotura del tendón supraespinoso es una lesión común que puede tener diversas causas. Entender estas causas es fundamental para prevenir la lesión y, en caso de que ocurra, para determinar si puede ser motivo de incapacidad permanente total por rotura supraespinoso. Las causas principales se pueden clasificar en dos categorías: traumatismos y desgaste por uso repetitivo.

Traumatismos

Los traumatismos son una causa frecuente de rotura del supraespinoso, especialmente en personas jóvenes. Estos pueden ocurrir de forma aguda y pueden ser el resultado de:

• Caídas con el brazo extendido • Accidentes laborales • Lesiones deportivas, especialmente en deportes de contacto o que implican movimientos bruscos del hombro

En estos casos, la rotura se produce por una fuerza excesiva aplicada al tendón, que supera su capacidad de resistencia. Es importante señalar que incluso un traumatismo aparentemente leve puede causar una rotura si el tendón ya estaba debilitado por otros factores.

Desgaste por uso repetitivo

El desgaste por uso repetitivo es la causa más común de rotura del supraespinoso, especialmente en personas de mediana edad y mayores. Este desgaste se produce por varios factores:

  1. Espacio subacromial estrecho: La disminución del espacio entre la cabeza del húmero y el acromion puede causar un roce constante del tendón supraespinoso. Esto puede deberse a: • Variaciones anatómicas (como un acromion en forma de gancho) • Desarrollo de artrosis en la articulación acromioclavicular • Calcificación del ligamento coracoacromial
  2. Movimientos repetitivos: Ciertas actividades laborales o deportivas que implican movimientos repetitivos del hombro, especialmente por encima de la cabeza, pueden causar un desgaste progresivo del tendón. Esto incluye: • Trabajos como carpintería o pintura de casas • Deportes como tenis, balonmano, natación o lanzamiento de pelota
  3. Edad: El proceso de envejecimiento natural contribuye al desgaste del tendón. A partir de la cuarta década de vida, el tendón comienza a sufrir cambios degenerativos que lo hacen más susceptible a lesiones.
  4. Factores metabólicos: Condiciones como la hipercolesterolemia pueden contribuir al desgaste del tendón, ya que se han encontrado depósitos de colesterol asociados con un aumento en la rotura tendinosa.
  5. Falta de tiempo de recuperación: Cuando no se respetan los tiempos adecuados de descanso y recuperación, se produce un proceso degenerativo de las fibras de colágeno y las células del tendón.
  6. Síndrome subacromial: Esta condición, caracterizada por la inflamación y el roce de los tendones del manguito rotador, puede evolucionar hasta causar una rotura del supraespinoso si no se trata adecuadamente.

Es importante destacar que, en muchos casos, la rotura del supraespinoso es el resultado de una combinación de estos factores. Por ejemplo, una persona con una anatomía predisponente (espacio subacromial estrecho) que realiza un trabajo que implica movimientos repetitivos por encima de la cabeza tiene un mayor riesgo de desarrollar esta lesión.

Comprender estas causas es crucial para evaluar la posibilidad de obtener una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso, ya que la gravedad y el origen de la lesión son factores que se tienen en cuenta en la valoración de la incapacidad.

Síntomas de la Rotura del Supraespinoso

La rotura del tendón supraespinoso puede causar una serie de síntomas que afectan significativamente la funcionalidad del hombro y la calidad de vida del paciente. Estos síntomas pueden variar en intensidad y pueden llevar a considerar la posibilidad de una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso. Los principales síntomas incluyen dolor, debilidad y limitación de movimiento.

Dolor

El dolor es el síntoma más prominente y característico de la rotura del supraespinoso. Este dolor se describe como:

• Intenso y fuerte, localizado principalmente en la parte antero-superior externa del hombro. • Puede acentuarse al realizar ciertos movimientos, especialmente al elevar el brazo o separarlo del cuerpo lateralmente. • A menudo, se intensifica durante la noche, lo que puede interferir con el sueño. • En algunos casos, el dolor puede irradiarse a zonas cercanas como las cervicales, la espalda e incluso llegar hasta el codo. • Muchos pacientes experimentan dolor al dormir sobre el lado afectado.

La intensidad del dolor asociado con la rotura del supraespinoso puede ser tan severa que limita significativamente las actividades diarias del paciente, lo que puede llevar a considerar una incapacidad laboral.

Debilidad

La debilidad es otro síntoma característico de la rotura del supraespinoso y puede manifestarse de varias formas:

• Pérdida de fuerza en el hombro y el brazo afectados. • Dificultad para levantar objetos, especialmente por encima de la cabeza. • Incapacidad para realizar tareas cotidianas como peinarse o secarse el pelo. • La debilidad puede ser progresiva, empeorando con el tiempo si la lesión no se trata adecuadamente.

Esta debilidad puede tener un impacto significativo en la capacidad laboral de una persona, especialmente en trabajos que requieren levantar objetos o realizar movimientos repetitivos con los brazos por encima de la cabeza.

Limitación de movimiento

La limitación del rango de movimiento es otro síntoma clave de la rotura del supraespinoso:

• Dificultad para mover el brazo hacia arriba y hacia atrás. • Reducción general en la amplitud de movimiento del hombro. • Imposibilidad de realizar ciertos movimientos que antes eran rutinarios. • La limitación puede ser más evidente al intentar levantar el brazo por encima de la cabeza o al realizar movimientos de rotación.

Esta restricción en el movimiento puede ser particularmente problemática en el ámbito laboral, especialmente en profesiones que requieren una amplia gama de movimientos del hombro.

Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y combinación dependiendo de la gravedad de la rotura y las características individuales del paciente. En algunos casos, los síntomas pueden desarrollarse gradualmente a lo largo del tiempo, mientras que en otros, especialmente en casos de lesiones traumáticas, pueden aparecer de forma súbita.

La presencia y persistencia de estos síntomas, especialmente cuando interfieren significativamente con las actividades laborales y cotidianas, pueden ser motivo para considerar una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso. Sin embargo, es crucial que un profesional médico realice una evaluación exhaustiva para determinar la gravedad de la lesión y su impacto en la capacidad laboral del individuo.

Diagnóstico de la rotura

El diagnóstico de una rotura del tendón supraespinoso puede ser un proceso complejo debido a la variedad de síntomas y condiciones que pueden afectar al hombro. Para obtener un diagnóstico preciso, los profesionales de la salud utilizan una combinación de examen físico y pruebas de imagen. Esto es crucial para determinar si una persona puede ser elegible para una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso.

Examen físico

El examen físico es el primer paso en el diagnóstico de una lesión del manguito rotador. Durante esta evaluación, el médico:

• Observará el hombro en busca de deformidades, asimetrías o signos de atrofia muscular. • Palpará el área para detectar puntos de dolor, especialmente en la tuberosidad mayor donde se inserta el tendón supraespinoso. • Evaluará el rango de movimiento y la fuerza del hombro. • Realizará pruebas específicas para evaluar la integridad del manguito rotador.

Algunas de las pruebas más comunes incluyen:

  1. Prueba de Neer: El médico eleva pasivamente el brazo del paciente en abducción, flexión y rotación interna. Esta maniobra puede provocar dolor si existe un síndrome de pinzamiento subacromial.
  2. Prueba de Hawkins-Kennedy: Se flexiona el brazo a 90 grados y se rota internamente. Esta prueba también evalúa el pinzamiento subacromial.
  3. Prueba de Jobe (Empty can test): El paciente eleva los brazos a 90 grados en el plano de la escápula con los pulgares hacia abajo. La debilidad o el dolor durante esta prueba pueden indicar una lesión del supraespinoso.
  4. Prueba del brazo caído (Drop arm test): Se le pide al paciente que baje lentamente el brazo desde una posición elevada. La incapacidad para hacerlo puede sugerir una rotura del manguito rotador.

Es importante destacar que estas pruebas clínicas, aunque útiles, no son definitivas por sí solas. Su sensibilidad y especificidad varían, y a menudo se necesita una combinación de varias pruebas para obtener una imagen más clara de la lesión.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen son esenciales para confirmar el diagnóstico y determinar la extensión de la lesión. Las más utilizadas son:

  1. Radiografías: Aunque no muestran directamente los tejidos blandos, pueden revelar cambios óseos asociados con lesiones crónicas del manguito rotador, como esclerosis o quistes subcorticales en la tuberosidad mayor.
  2. Ecografía: Es una herramienta no invasiva y de bajo costo que permite visualizar los tendones del manguito rotador en tiempo real. Es especialmente útil para pacientes con claustrofobia que no pueden someterse a una resonancia magnética. La ecografía puede detectar roturas parciales y totales del supraespinoso con una precisión comparable a la de la resonancia magnética.

Resonancia Magnética (RM): Es considerada la prueba de imagen más precisa para el diagnóstico de lesiones del manguito rotador. La RM permite visualizar detalladamente la anatomía del hombro, incluyendo los tendones, músculos y estructuras óseas. Es particularmente útil para:

• Evaluar la extensión y el tipo de rotura (parcial o completa). • Determinar el grado de retracción del tendón. • Valorar la calidad del músculo y la presencia de atrofia o infiltración grasa.

La resonancia magnética de 3 Tesla ofrece imágenes de mayor resolución, lo que puede mejorar la detección de lesiones sutiles.

Es importante señalar que el diagnóstico preciso de una rotura del supraespinoso es fundamental para determinar el tratamiento adecuado y evaluar la posibilidad de una incapacidad permanente total. La combinación de un examen físico minucioso y pruebas de imagen apropiadas proporciona la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre el manejo de la lesión y las implicaciones laborales para el paciente.

Incapacidad laboral por rotura del supraespinoso

La rotura del tendón supraespinoso puede tener un impacto significativo en la capacidad laboral de una persona, llevando a considerar la posibilidad de obtener una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso. Esta lesión puede afectar gravemente la funcionalidad del hombro, limitando la capacidad para realizar tareas que involucren movimientos repetitivos, levantar objetos pesados o trabajar con los brazos por encima de la cabeza.

Tipos de incapacidad

Existen diferentes grados de incapacidad que pueden aplicarse en casos de rotura del supraespinoso, dependiendo de la gravedad de la lesión y cómo afecta al desempeño laboral del individuo:

  1. Incapacidad temporal: Es el primer paso cuando un trabajador sufre una rotura del supraespinoso. Durante este período, el empleado recibe una baja médica para recuperarse.
  2. Incapacidad permanente parcial: Se aplica cuando el trabajador experimenta una reducción de al menos el 33% en su rendimiento para su profesión habitual, pero aún puede realizar las tareas fundamentales.
  3. Incapacidad permanente total: Se concede cuando el trabajador no puede realizar las funciones fundamentales de su profesión habitual debido a la lesión del supraespinoso, pero podría dedicarse a un trabajo diferente.
  4. Incapacidad permanente absoluta: Se otorga en casos más graves, cuando el trabajador no puede dedicarse a ninguna profesión u oficio debido a la lesión y otras patologías asociadas.
  5. Gran invalidez: Es el grado más alto de incapacidad, aplicable cuando, además de no poder trabajar, la persona necesita ayuda para realizar actividades básicas diarias.

La incapacidad permanente total por rotura supraespinoso es una de las más comunes en estos casos, especialmente para trabajadores cuyas profesiones requieren un uso intensivo de los brazos y hombros.

Requisitos

Para solicitar una incapacidad laboral por rotura del supraespinoso, es necesario cumplir con ciertos requisitos:

  1. Diagnóstico médico: Se debe contar con informes del médico especialista que detallen la lesión, las pruebas realizadas y el tratamiento recomendado.
  2. Agotamiento de opciones terapéuticas: Es importante demostrar que se han agotado las posibilidades de mejora mediante tratamientos como cirugía o fisioterapia.
  3. Impacto en la capacidad laboral: La lesión debe impedir el desempeño del trabajo habitual de manera significativa.
  4. Evaluación del grado de incapacidad: Un tribunal médico evaluará cómo la lesión afecta específicamente a la capacidad laboral del solicitante.
  5. Presentación de la solicitud: La solicitud debe dirigirse al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), utilizando el formulario correspondiente y adjuntando toda la documentación requerida.

Es importante destacar que la concesión de una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso dependerá no solo de la gravedad de la lesión, sino también de cómo esta afecta al desempeño laboral específico del trabajador. Por ejemplo, una lesión moderada podría incapacitar a un trabajador dedicado a la carga y descarga para su profesión habitual, pero no necesariamente para realizar otros trabajos donde el hombro tenga menor implicación.

En algunos casos, la rotura del supraespinoso puede venir acompañada de otras patologías que agravan el estado de salud del trabajador, lo que podría llevar a la concesión de una incapacidad permanente absoluta o incluso una gran invalidez.

La solicitud de incapacidad laboral por rotura del supraespinoso requiere paciencia y una evaluación exhaustiva, ya que la recuperación de estas lesiones suele ser lenta y puede implicar períodos de incapacidad temporal prolongados. Es fundamental contar con el asesoramiento adecuado y presentar toda la documentación necesaria para respaldar la solicitud.

Incapacidad permanente por rotura del Manguito Rotador

La rotura del manguito rotador es una lesión común que puede tener un impacto significativo en la capacidad laboral de una persona. En casos graves, esta lesión puede llevar a una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso, lo que afecta la capacidad del trabajador para desempeñar sus funciones habituales.

La prevalencia de la lesión del manguito rotador aumenta con la edad, siendo más común a partir de la cuarta década de vida. Estudios han demostrado que la incidencia de roturas completas puede llegar al 30% en personas mayores de 60 años. Esto es particularmente relevante en el contexto laboral, ya que muchos trabajadores se encuentran en este grupo de edad.

Para determinar si una persona puede obtener una incapacidad permanente por rotura del manguito rotador, se deben considerar varios factores. En primer lugar, es fundamental objetivar la lesión y las limitaciones que provoca. Esto se logra mediante informes médicos detallados, que incluyen resonancias magnéticas, ecografías y evaluaciones de especialistas.

Los informes médicos deben especificar claramente las limitaciones funcionales del paciente. Por ejemplo, si está contraindicado que la persona cargue pesos elevados o moderados, o si tiene restricciones para elevar los brazos por encima de la horizontal. Estas limitaciones son cruciales para evaluar la capacidad del trabajador para desempeñar su profesión habitual.

Es importante destacar que para solicitar una incapacidad permanente, las lesiones deben ser crónicas y estar completamente determinadas. No se puede reclamar una pensión de incapacidad permanente si la lesión aún está en tratamiento o pendiente de una intervención quirúrgica.

Otro aspecto fundamental es analizar la causa o contingencia que ha provocado la lesión. Puede derivar de una enfermedad común, un accidente de trabajo, un accidente no laboral o incluso ser considerada una enfermedad profesional si está relacionada con movimientos repetitivos en el trabajo.

La evaluación de la incapacidad permanente debe considerar los requerimientos físicos del puesto de trabajo del afectado. Por ejemplo, si el trabajo implica movimientos repetitivos por encima de la cabeza o en la horizontal, manteniendo posturas forzadas, como es común en pintores, albañiles o carpinteros.

Existen diferentes grados de incapacidad permanente que pueden aplicarse en casos de rotura del manguito rotador:

  1. Incapacidad permanente parcial: Cuando el trabajador experimenta una reducción de al menos el 33% en su rendimiento para su profesión habitual, pero aún puede realizar las tareas fundamentales.
  2. Incapacidad permanente total: Se aplica cuando el trabajador no puede realizar las funciones fundamentales de su profesión habitual debido a la lesión del manguito rotador, pero podría dedicarse a un trabajo diferente.
  3. Incapacidad permanente absoluta: Se otorga en casos más graves, cuando el trabajador no puede dedicarse a ninguna profesión u oficio debido a la lesión y otras patologías asociadas.
  4. Gran invalidez: Es el grado más alto de incapacidad, aplicable cuando, además de no poder trabajar, la persona necesita ayuda para realizar actividades básicas diarias.

La solicitud de incapacidad permanente por rotura del manguito rotador se dirige al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Es crucial presentar toda la documentación necesaria, incluyendo informes médicos detallados y una descripción exhaustiva de las limitaciones funcionales y su impacto en la capacidad laboral del solicitante.

Valoración de la incapacidad permanente

La valoración de la incapacidad permanente por rotura del supraespinoso es un proceso complejo que requiere una evaluación exhaustiva de cómo la lesión afecta la capacidad laboral del trabajador. Esta evaluación tiene en cuenta diversos factores, como la gravedad de la lesión, las limitaciones funcionales y las características específicas del trabajo habitual del afectado.

Grados de incapacidad

Existen diferentes grados de incapacidad permanente que pueden aplicarse en casos de rotura del supraespinoso, dependiendo de cómo la lesión afecta al desempeño laboral del individuo:

  1. Incapacidad permanente parcial: Se concede cuando el trabajador experimenta una reducción de al menos el 33% en su rendimiento para su profesión habitual, pero aún puede realizar las tareas fundamentales. Este grado es menos común en casos de rotura del supraespinoso, ya que la lesión suele tener un impacto más significativo en la capacidad laboral.
  2. Incapacidad permanente total: Es el grado más frecuente en casos de rotura del supraespinoso. Se aplica cuando el trabajador no puede realizar las funciones fundamentales de su profesión habitual debido a la lesión, pero podría dedicarse a un trabajo diferente. Por ejemplo, un trabajador dedicado a la carga y descarga podría obtener este grado de incapacidad si la lesión le impide realizar tareas que impliquen levantar pesos o trabajar con los brazos por encima de la cabeza.
  3. Incapacidad permanente absoluta: Se otorga en casos más graves, cuando el trabajador no puede dedicarse a ninguna profesión u oficio debido a la lesión y otras patologías asociadas. Este grado podría aplicarse en situaciones donde la rotura del supraespinoso viene acompañada de otras lesiones que limitan severamente la capacidad laboral del individuo.
  4. Gran invalidez: Es el grado más alto de incapacidad, aplicable cuando, además de no poder trabajar, la persona necesita ayuda para realizar actividades básicas diarias. Este grado es menos común en casos de rotura del supraespinoso por sí sola, pero podría considerarse si la lesión forma parte de un cuadro clínico más complejo.

Proceso de solicitud

El proceso para solicitar una incapacidad permanente por rotura del supraespinoso implica varios pasos:

  1. Recopilación de informes médicos: Es fundamental contar con informes detallados del médico especialista que documenten la lesión, las pruebas realizadas (como resonancias magnéticas o ecografías) y el tratamiento recomendado.
  2. Agotamiento de opciones terapéuticas: Antes de solicitar la incapacidad permanente, es importante demostrar que se han agotado las posibilidades de mejora mediante tratamientos como cirugía o fisioterapia.
  3. Presentación de la solicitud: La solicitud se dirige al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) utilizando el formulario correspondiente. Se puede realizar por internet a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, por correo ordinario o presencialmente en la sede del INSS de la provincia correspondiente.
  4. Evaluación médica: El Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) emitirá un dictamen propuesta basado en el informe médico elaborado por el Tribunal Médico correspondiente.
  5. Resolución: El Director Provincial del INSS resolverá si procede conceder la incapacidad permanente y, en su caso, el grado de la misma y la cuantía de la prestación.

Es importante destacar que la valoración de la incapacidad permanente no solo tiene en cuenta la lesión en sí, sino también cómo esta afecta a la capacidad del trabajador para realizar las tareas específicas de su profesión. Por ejemplo, una rotura del supraespinoso podría tener un impacto más significativo en la capacidad laboral de un pintor o albañil que en la de un trabajador de oficina.

Además, es posible que se establezca un plazo para la revisión de la incapacidad, ya sea por agravación o por mejoría de la condición. Esto permite ajustar el grado de incapacidad en función de la evolución de la lesión y la capacidad laboral del trabajador a lo largo del tiempo.

Conclusión

La rotura del tendón supraespinoso tiene un impacto significativo en la vida laboral de quienes la padecen. Esta lesión puede llevar a considerar una incapacidad permanente total, especialmente para trabajadores cuyas profesiones requieren movimientos repetitivos o levantar pesos. La valoración de la incapacidad implica un proceso exhaustivo que analiza la gravedad de la lesión, las limitaciones funcionales y cómo estas afectan al desempeño laboral específico del trabajador.

Para maximizar las posibilidades de obtener una incapacidad permanente, es crucial contar con informes médicos detallados y agotar todas las opciones terapéuticas. Los servicios de Perito Judicial GROUP pueden ser de gran ayuda para aportar el mejor perito en la reclamación. En última instancia, la decisión sobre la concesión de una incapacidad permanente total por rotura supraespinoso dependerá de cómo la lesión impacta en la capacidad del trabajador para realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual.

FAQs

¿Qué nivel de discapacidad proporciona una rotura del tendón supraespinoso?
Una rotura del tendón supraespinoso puede resultar en una incapacidad permanente absoluta si impide que la persona afectada pueda realizar cualquier tipo de trabajo profesional.

¿Cuál es el porcentaje de discapacidad para una lesión en el manguito rotador?
Una lesión parcial en el manguito rotador puede reducir la funcionalidad del hombro, y generalmente se considera una discapacidad que varía entre el 10% y el 20%.

¿Cuáles son las consecuencias de tener un tendón supraespinoso desgarrado?
Un desgarro en el tendón supraespinoso puede causar una limitación significativa en el movimiento del hombro y dolor persistente. El tratamiento puede variar desde métodos conservadores hasta la cirugía, dependiendo de la severidad del desgarro.

¿Cuánto tiempo se necesita para recuperarse de una rotura parcial del supraespinoso?
Las roturas pequeñas del supraespinoso podrían necesitar un período de recuperación laboral de 6 a 8 semanas. En el caso de roturas más severas, el tiempo de recuperación podría extenderse de 12 a 24 semanas, dependiendo de las demandas del hombro en el trabajo del individuo.