A veces, tras el ingreso de un paciente se produce una infección que no guarda relación alguna a las patologías que padecía dicho paciente antes de ser ingresado en el hospital.
En muchos casos este tipo de infecciones, conocidas como hospitalarias o nosocomiales, no se pueden evitar, ya que siempre existe un riesgo mínimo en algunos pacientes pero en otros casos pueden producirse como consecuencia de no respetar el protocolo de actuación de cada hospital, por lo que el profesional sanitario estaría incurriendo en una negligencia médica.
Qué es una Infección Hospitalaria
Tal y como dice la Organización Mundial de la Salud, las infecciones hospitalarias son el evento adverso que mata más personas en los servicios de salud de todo el mundo. Este tipo de infecciones, también conocidas como nosocomiales, presentan un grave peligro para la salud de cualquier enfermo con patologías moderadas o graves.
En los últimos años se han tomado diversas medidas para frenar está dinámica relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías y cambios en la metodología de actuación durante un ingreso hospitalario.
La infección nosocomial afecta tanto el paciente como los hospital, ya que para el primero supone un aumento del tiempo de hospitalización y tener que recurrir a otros medicamentos que pueden tener efectos secundarios, como los antibióticos.
En cambio, para el hospital supone un problema de recursos, ya que aumenta el tiempo que el paciente va a pasar ocupando una cama de hospital que podría ser utilizada para otro paciente y, al mismo tiempo, se aumenta el gasto en medicamentos y en todo tipo de recursos hospitalarios. Este tipo de pacientes pueden llegar a necesitar incluso la presencia de un enfermero en una habitación aislada.
Entre los tipos más frecuentes de infección hospitalaria se encuentran aquellas relativas al tracto urinario, sistema cardiovascular, gastrointestinal, del sistema reproductivo, de la piel, postquirúrgicas y aquellas causadas por la neumonía, las infecciones respiratorias, problemas de los órganos externos como la piel y los huesos y articulaciones.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades alrededor de el 25% de los casos de infección hospitalaria se pueden prevenir mediante el aumento de la seguridad relativa a la higiene y el control de enfermedades infecciosas. Este tipo de infecciones afectan a más de cuatro millones de pacientes y matan a alrededor de 37.000 al año solo en Europa. La mayoría de estos casos se producen en la UCI, ya que es aquí donde se sitúan los casos más graves y al mismo tiempo aquellos que pueden ser más susceptibles de sufrir cualquier tipo de infección nosocomial.
Al mismo tiempo, se ha comprobado que cerca del 6% de los pacientes que asisten a hospitales sufren una infección hospitalaria
Causa de las Infecciones Nosocomiales
Aunque el hecho de no llevar una higiene correcta durante la hospitalización de un paciente es el factor fundamental que provoca las infecciones nosocomiales, existen otros muchos factores que determinan que un paciente padezca una infección hospitalaria.
Por ejemplo, es bastante influyente el hecho de que el paciente tenga patologías previas como la obesidad, los problemas pulmonares, la diabetes, cualquier tipo de problema renal, etc. Estás enfermedades pueden debilitar el sistema inmunológico del paciente favoreciendoque pueda contraer cualquier tipo de infección.
Al mismo tiempo, es relevante el hecho de que en algunos casos el tratamiento médico debe ser potencialmente invasivo por lo que puede afectar al factor inmunológico y romper las barreras naturales del paciente provocando que no pueda existir un riesgo 0 de infección nosocomial.
También es importante el hecho de que los profesionales médicos suelen atender a pacientes de instituciones distintas por lo que pueden ser portadores de infecciones intrahospitalarias.
Cómo reclamar una Negligencia Médica por Infección Hospitalaria
Cuando nos encontramos ante una posible infección hospitalaria tenemos realizar una serie de pasos para dilucidar si se trata o no de una negligencia médica. Es importante comprobar si se han seguido los protocolos de seguridad del centro de salud o del hospital durante la intervención quirúrgica.
En el caso de que el centro no disponga de un protocolo de prevención y control de infecciones nosocomiales o que no se haya seguido el protocolo que dicho hospital tuviese, se tratara de una negligencia médica y podremos reclamarla.
Para poder conseguir qué una reclamación por infección hospitalaria tenga éxito demostrarse que no se trataba de una enfermedad que el paciente tuviese antes de llegar al hospital de la que no manifestarse síntomas y que la infección se ha producido como consecuencia de no seguir los protocolos del Centro Médico establecidos para la situación en la que se encuentra el paciente.
La reclamación tendrá viabilidad cuando se puede demostrar que existe un nexo causal entre la mala praxis producida como consecuencia de no respetar los protocolos ante una infección intrahospitalaria y la enfermedad que ha sufrido el paciente.
Este mes o causal será estudiado por un abogado experto en negligencias médicas junto con un perito médico experto en el mismo campo que realizará un informe pericial que podrá ser utilizado como prueba en un juicio para demostrar que ha sucedido una negligencia médica como consecuencia de una infección nosocomial mal controlada.
Cuáles son los Pasos de la Reclamación
Las negligencias médicas son difíciles de reclamar, ya que será responsabilidad de la persona que ha sufrido la infección hospitalaria demostrar que el médico no siguió los protocolos y que el profesional sanitario realizó una mala praxis.
Por este motivo, es crucial el trabajo del perito médico experto en negligencias médicas, ya que este tipo de profesionales tienen un título de medicina y son capaces de ayudar al tribunal de cualquier juicio a entender los aspectos más científicos y técnicos de un caso relacionado con infecciones nosocomiales.
Al mismo tiempo, la contratación de un abogado experto en negligencias médicas será crucial, ya que será el encargado de reunir toda la documentación necesaria para demostrar que se ha producido una negligencia médica y en primer lugar, asesorar al paciente acerca de si es rentable o no reclamar.
En el caso de que pueda demostrarse que se ha producido una negligencia médica relacionada con una infección nosocomial, se podrá realizar una reclamación dependiendo del tipo de centro en el que se haya producido:
- En el caso de que se haya producido la negligencia médica en un centro privado se recurrirá a la jurisdicción civil para reclamar la negligencia por infección nosocomial.
- Si en cambio, se produce en un centro público la vía a seguir será presentar la reclamación ante la jurisdicción contencioso-administrativa.
- Como último recurso, si la negligencia médica es verdaderamente obvia y se ha producido una lesión grave o la muerte del paciente se recurrirá a la jurisdicción penal y dicha negligencia será considerada como un delito.
Una vez presentada la demanda ante la jurisdicción correspondiente se procederá a reclamar la posible indemnización dependiendo del tipo de daños que se hayan producido como consecuencia de la infección intrahospitalaria. Será crucial que con ayuda del abogado y el perito el paciente sea capaz demostrar que se ha producido un nexo causal entre mala praxis del profesional sanitario y las secuelas producidas como consecuencia de la infección nosocomial.
Qué hay que tener en cuenta ante Infecciones Hospitalarias
Debemos tener muy cuenta cuando nos encontramos ante un posible caso de negligencia por infección nosocomial que los abogados especialistas en este ámbito pueden ayudarnos a reclamar.
Para la OMS estas infecciones se producen durante la estancia hospitalaria y corresponden a aquellas que no se habían producido con anterioridad ni formaban parte de la sintomatología de un paciente con patologías previas. En el caso de que la incubación de la enfermedad se diese antes de ingresar al hospital no se consideraría una infección nosocomial.
Al mismo tiempo existe una diferencia entre aquellas infecciones nosocomiales que afectan a los pacientes con algún tipo de inmunodepresión y aquellas que se producen por una falta de higiene o esterilización del material quirúrgico durante algún tipo de intervención o de material sanitario durante los cuidados diarios del paciente.
Una negligencia médica puede provocar el contagio a un paciente sano de una enfermedad grave y a raíz de esto derivar en casos de pacientes sanos como mujeres durante el parto que debido a una incorrecta desinfección de los materiales quirúrgicos o a una falta de higiene por parte del profesional médico han tenido complicaciones muy severas, llegando incluso a la muerte de la madre o del feto. Este tipo de prácticas son reclamables y en cualquier caso pueden tener derecho a una indemnización por daños y perjuicios al paciente afectado o a sus familiares.
Como ocurre con el resto de casos de negligencias médicas, se trata de demandas difícilmente demostrables por lo que es importante tener en cuenta ciertos factores y saber cuáles son las causas que pueden provocar una infección hospitalaria. Entre las causas más importantes de infecciones nosocomiales se encuentran las siguientes:
- Falta de higiene del material durante un parto.
- Tratamientos negligentes.
- Una falta total de asepsia en las viales.
- El contacto intrahospitalario entre profesionales médicos.
Al mismo tiempo, la visita de personas que no están enfermas pero pueden portar microorganismo o que padecen enfermedades de forma asintomática puede afectar muy negativamente a aquellas personas que se encuentran ingresadas en un hospital y tienen las defensas inmunologicas bajas.
Si se ha producido una negligencia médica muy obvia, debemos tener en cuenta la posibilidad de denunciar al hospital directamente. Existen ciertos centros médicos y hospitales cuyo deterioro y antigüedad es tan grande que es muy difícil realizar una esterilización correcta.
En este caso la responsabilidad no sería de aquellos facultativos que se encargasen de la desinfección, sino de aquellos encargados del funcionamiento de las instalaciones, ya que es imposible trabajar adecuadamente en instalaciones que no cumplen los requisitos mínimos.
Es muy importante que en todos los casos Se respeten los protocolos de higiene y seguridad a fin de evitar que la enfermedad causante de cualquier infección nosocomial se expanda a más pacientes y provoque problemas graves en ellos. Realizar estas medidas puede evitar no solo el contagio de los pacientes sino también el de los profesionales médicos que día a día ponen en riesgo sus vidas, así como el de aquellas personas que se encuentran en el hospital y no son personal sanitario ni pacientes de dicho centro.
El papel del Perito en la Reclamación por Infección Hospitalaria
El perito médico será el encargado de valorar el estado de una persona que ha sufrido problemas como consecuencia de una infección nosocomial. Este profesional valorará los hechos que han producido este contratiempo y mediante su estudio informará a los jueces y presentará una serie de conclusiones determinarán si se ha producido o no dicha negligencia.
Existen muchos tipos de periciales médicas por lo que es importante que a la hora de presentar una reclamación por negligencia médica, ya sea a consecuencia de una infección hospitalaria o cualquier otro tipo de mala praxis, intentemos buscar a un profesional médico que tenga mayor experiencia en realizar periciales en el ámbito de las emergencias médicas. Desde Perito Judicial Group podemos asesorarle para encontrar el profesional adecuado para su situación médica.
Por tanto, el papel del perito en una reclamación por infección hospitalaria o nosocomial era fundamental, ya que será el encargado de realizar un informe pericial en materia médica por el cual el órgano judicial determinar con exactitud si se ha producido la emergencia médica y hasta qué grado se ha cometido una mala praxis.
El perito médico experto en este tipo de casos no solo tiene experiencia y formación crucial en el ámbito de la medicina, sino que también tiene amplios conocimientos jurídicos que le permiten saber qué legislación es aplicable en cada caso y asesorar al paciente en todo momento.
Por todo esto, el perito médico es crucial en un juicio por negligencia médica como consecuencia de una infección hospitalaria, ya que el encargado de valorar si se han producido decisiones incoherentes por parte del profesional sanitario, como por ejemplo, no realizar correctamente las medidas de prevención higiénicas para evitar el contagio de alguna enfermedad en un paciente que está expuesto pedido su sintomatología inmunológica he recibido un tratamiento invasivo que compromete sus defensas.