Las negligencias médicas son el primer paso para una complicación de diagnóstico o de recuperación quirúrgica. Cuando se realiza un procedimiento de manera negligente, este puede dejar importantes secuelas físicas en el damnificado, que suelen manifestarse a través del dolor.

Cómo se valora el Dolor en una Negligencia

De una forma u otra, las negligencias médicas siempre van a afectar negativamente. Sin embargo, si la negligencia ha ocurrido durante una intervención médica, es más probable que el paciente sufra de repercusiones dolorosas. Además, es importante conocer cuándo es el mejor momento para la reclamación.

Valorar las consecuencias o el grado de dolor percibido por un paciente es controvertido, puesto que es difícil establecer un baremo que consiga medir y recoger el exacto nivel de dolor que está sufriendo un paciente. Por ello, ante la denuncia de actos negligentes, se denuncian las secuelas que este ha provocado.

Las secuelas son daños permanentes que aparecen como consecuencia de una lesión o en este caso, de una negligencia médica. Son daños cuantificables, ya que pueden medirse y determinar el nivel de afección al paciente. Con esta valoración es más fácil establecer una cuantía económica justa.

Es de vital importancia entender que el dolor no constituye una secuela, por lo que debe verse acompañado de alguna lesión valorable que pueda aportar valor y ser medible en el baremo de secuelas.

La perdida de oportunidad, el daño emergente o el lucro cesante son algunas de las consecuencias negativas de esta circunstancia.

Cómo son los tratamientos de la Unidad del Dolor

La Unidad de Dolor es la encargada de realizar tratamientos para enfermedades y de controlar la afección de ciertos síntomas a la salud del enfermo. Toma radical importancia, sobre todo después del proceso quirúrgico, cuando es más difícil el control del dolor.

El encargado de realizar unas técnicas u otras al paciente para mitigar el sufrimiento es el anestesiólogo y lo hará en función de:

  • Cuando el dolor es agudo se trata de calmar mediante tratamientos farmacológicos o técnicas invasivas.
  • Cuando el dolor es crónico el tratamiento debe estar planificado de otra manera, ya que va a persistir. Se debe estudiar el origen del dolor para poderle dar la mejor solución posible, ya sea mediante medicación, infiltraciones, radiofrecuencias… El medio que se necesite.

A continuación os exponemos un listado de las técnicas más utilizadas durante el tratamiento del dolor, tal y como exponen TuVidaSinDolor:

  • Bloqueos nerviosos periféricos
  • Bloqueos mediante radiofrecuencia pulsada o convencional de las raíces nerviosas
  • Bloqueo mediante la implantación de un neuroestimulador medular
  • Bloqueos epidurales o intradurales
  • Bloqueos simpáticos regionales
  • Bloqueos musculares
  • Infiltraciones epidurales o periféricas (epidurolisis y epiduroscopias)
  • Infiltraciones de facetas o facetaria.
  • Infiltraciones de puntos «gatillo» / trigger
  • Infiltraciones con toxina botulínica
  • Infiltraciones con ozono (ozonoterapia)
  • Técnicas de anestesia regional
  • Medicación mediante iontoforesis
  • Implantación de bombas de infusión de fármacos
  • Catéteres epidurales
  • Bombas de perfusión intravenosas
  • Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS)

En este link podéis aumentar la información sobre el caso conocido de negligencias médicas en las Clínicas Dorsia.